viernes, 4 de mayo de 2012

A Juárez y los liberales.

¡Loor a Juárez, Benemérito de la Patria!

¡Loor a los liberales que sentaron las bases del Estado Mexicano!

¡Melchor Ocampo, Santos Degollado, Ignacio Manuel Altamirano, Porfirio Díaz, Mariano Escobedo, Ignacio Zaragoza, Leandro Valle, José María Iglesias, Sebastián Lerdo de Tejada, Valentín Gómez Farías, Ignacio Comonfort, Manuel Doblado, Ignacio Ramírez, Jesús González Ortega y tantos más que con su ejemplo y acción supieron construir Patria para los mexicanos!

¡Gloria y honor para aquellos hombres de excepción que supieron guiar a un pueblo ávido de encontrar su identidad!

¡Gloria eterna a los miles de mexicanos que dieron su vida para mantener la independencia y soberanía del país!

5 de mayo de 1862

Esta poesía le gustaba mucho a mi papá. Creo que es de Gregorio Torres Quintero y después de mucho buscarla, la encontré en una "versión de internet", es decir, sin puntuación cierta.


 

Era la aurora. El sol resplandecía

Rasgando los girones de la niebla

Y entre los rayos de la luz tendía

Surgen las torres de la heroica Puebla.


 

Escuchan ese redoble de tambores

El clarín rompe el aire con su acento

Los jardines suspenden sus olores

Y ni un pájaro cruza por el viento.


 

Se agitan con orgullo las banderas

Del campo se levanta un ronco grito

Se estremece el soldado en las trincheras

Se siente palpitar el infinito .


 

Algo grande y tremendo se prepara

Porque el cañón corona las alturas

Ya la opalina atmósfera se aclara

Y se tiñen de rojo las llanuras.


 

¡Ellos son, allá vienen!

¡Son los zuavos que deslizan su cuerpo entre las grietas

Avanzan sobre Puebla como bravos

Y brillan con el sol las bayonetas!


 

¡Qué momento de expectación, Dios mío!

¡Ahí la suerte de la Patria juega!

Se agita el corazón callado y frío

Porque el aliento de la muerte llega.


 

Y de repente la erizada cumbre del

Fuerte Guadalupe se ilumina

Brilló bramando la rojiza lumbre

Y estremeció sus flancos la colina.


 

El soldado francés, valiente y fiero

Por la falda subió con arrogancia

Lleva en su diestra el matador acero

Y en su pecho el recuerdo de la Francia.


 

Ocultó la humareda el panorama de

Aquella cruenta y gigantesca lucha

Y solo del cañón se ve la llama

Y solo el trueno retumbar se escucha.


 

¿Que sucede? ¿Habrá vencido el zuavo?

¿Habrá vencido el mexicano arrojo'

Huyó el francés irresistible y bravo

Dejando el campo ensangrentado y rojo.


 

Y al aclarar la niebla que arrebuja

A los fuertes cual capa mortuoria

La enseña mexicana se dibuja

Mecida por el viento de la gloria.


 

¡Saludo Patria! ¡Tu pujanza admiro!

Tu valor, tu nobleza y osadía

Tu cielo esplendoroso de zafiro

En donde brilla refulgente el día.


 

Con tus glorias mi pecho se avasalla

Y de placer mi corazón reboza

¡Mexicanos! ¡Que viva la batalla

En que triunfó el valiente Zaragoza!