domingo, 22 de agosto de 2010

Bicentenario

Siempre me ha gustado la historia. De niño me hice especialista en la vida de los héroes de la Independencia y aunque con los años y las lecturas de otros puntos de vista he matizado mi perspectiva de la historia y sus personajes, aún me conmuevo cuando veo o leo algo acerca de la vida de Hidalgo, Juárez, Zapata, etcétera, o bien cuando visito un museo, la casa de algún prócer o hasta en la ceremonia anual de la defensa del Castillo de Chapultepec.

Por ello estoy en total y absoluto desacuerdo con el festejo del gobierno federal para el Bicentenario y Centenario de la Independencia y la Revolución. Me parece terrible que un evento tan trascendental para nuestro país se reduzca a eventos por televisión, desfiles, novelas de Televisa, y, el colmo, una canción de Aleks Syntek.

Veamos. Aleks Syntek es un músico talentoso; canciones de su autoría son reproducidas miles de veces en todo el país diariamente, pero ¿una canción oficial del Bicentenario? Ofende mi sentido patriótico saber que la Secretaría de Educación se quemó las pestañas desde hace 5 años para planear festejos a la altura del evento y que hayan concluido, en este caso, en un dueto entre Jaime López y Syntek. En 1910 Porfirio Díaz inauguró el llamado Ángel de la Independencia para celebrar el centenario de la lucha iniciada por Hidalgo y Allende, y cien años después el monumento persiste y es referente de nuestro país en el mundo. ¿Dentro de cien años pasará lo mismo con esta canción? Y seguimos con las preguntas ¿Por qué no se hizo una ópera, una superproducción fílmica, un mural, una sinfonía, todo esto financiado por el Estado, desde luego? A nivel nacional hubo un concurso de jóvenes prospectos cantantes de ópera, transmitido por Canal 22, algo así pero La Academia pero con gente seria, que fue creo yo, un evento diferente y exitoso. También se filmaron varias películas relacionadas con estos eventos históricos: Chicogrande, El Atentado, entre otras, pero son esfuerzos aislados, no producto de una planeación y/o coordinación con el Estado.

En Guerrero la cosa es aún más triste. Que yo sepa, no se construyó por parte del Gobierno del Estado algún monumento o conjunto escultórico en celebración de las efemérides, ni siquiera en Tixtla, cuna de Vicente Guerrero Saldaña. En Iguala de la Independencia, que se llama así porque aquí se confeccionó la primera bandera nacional con los tres colores que aún persiste, se hizo un monumento de pésimo mal gusto y demasiado simple para la magnitud del acontecimiento que representa algo que no recuerdo, pero nada más. En Chilpancingo, en donde se constituyó el Primer Congreso de Anáhuac, y el Cura Morelos leyó los Sentimientos de la Nación, no se realizó ningún evento que recordara la importancia de esta entidad en la gesta independentista. ¿El Estado financió alguna obra? ¿Promovió algún concurso o para que los creadores dieran a luz alguna pieza musical, una obra de teatro, una escultura, aunque sea un desfile? No.

Y no me vengan a decir que hubo mesas redondas, paneles de discusión entre historiadores y especialistas, porque si bien enriquecen la discusión histórica acerca de los hechos y personajes que formaron este país, el grueso de la población no asiste porque no les interesa. O ¿Alguien sabe quién fue Pedro Ascencio? ¿Antonia Nava?

Mientras tanto, en Tixtla de Guerrero, cada tres años, los candidatos ofrecen resolver el problema del drenaje, en medio de las aguas negras que corren en medio de las calles, como hace doscientos años.

jueves, 12 de agosto de 2010


¿Qué tareas debe enfrentar el próximo Gobernador de Guerrero?

Leí en Expansión dos análisis. El primero se refería a Enron, esa empresa de energía que primero fue considerada líder en su ramo a nivel mundial y un ejemplo de rentabilidad, y después como ejemplo de fraude corporativo, pues se descubrió que toda la información financiera que proporcionaba a sus accionistas y a la Bolsa de Valores, era previamente maquillada. Este análisis hace un comparativo muy atinado con PEMEX, empresa también del ramo energético y que tampoco se distingue por la transparencia, pero sobre todo, que tiene un valor fundamental en las finanzas públicas del país: aproximadamente 30 centavos de cada peso del presupuesto federal provienen de PEMEX. El artículo pone el dedo en la llaga cuando analiza la tendencia a la baja de la producción petrolífera de esta empresa y la opacidad con que se maneja, pues nadie sabe a ciencia cierta cuál es su situación real y que tan ciertos son las proyecciones que se dan a conocer, pues es claro que a nadie le gusta ser el portador de malas noticias.

El segundo artículo tiene que ver también con la transparencia que todos dicen manejar, pero que pocos enfrentan con valentía, pues basta echar un ojo a los sitios web de los gobiernos de los estados para constatar que, efectivamente, cada quien interpreta las obligaciones de transparencia a su muy particular modo de entender: Por ejemplo, en el portal del Gobierno del Estado de Guerrero, aparece un tabulador con los sueldos que devengan los funcionarios públicos, pero no dice con exactitud, con nombre y apellido, cuánto gana el Secretario de Gobierno, sino que se maneja un rango que oscila entre $65,943 y $125,258, para los Secretarios. Y así con todos los funcionarios. ¿Quiere saber cuánto gana un Director General? Entre $32,382 y $43,246. Mientras en otros estados, las páginas de internet dicen: fulano de tal, Director de equis, gana tal cantidad.

Pero lo más sorprendente del análisis de marras es que las inconsistencias entre la información que proporcionan los Estados llegan a ser tan ridículamente opuestas que no es raro que uno como lector levante una ceja. Basten dos ejemplos: El presupuesto de Jalisco consta de cuatro tomos bien detallados y la información del de Baja California Sur se "comprime" en seis…renglones. Y el segundo, mientras Michoacán dice que con 47% de su presupuesto cubre los gastos de su burocracia, Hidalgo dice que solo destina el ¡4%!

Pues en Guerrero nos falta un largo trecho para recorrer en materia de transparencia, pero principalmente en la modernización de la administración pública. Hay un principio en administración: lo que no puedes medir, no lo puedes mejorar. Los indicadores de desempeño, las encuestas de opinión, la innovación y la mejora continua deben ser el pan de cada día de una administración pública transparente. Pero desgraciadamente en Guerrero la dependencia que se debe encargar de estos asuntos, la Contraloría General del Estado, se utiliza más bien como agencia de castigos y su principalísima tarea de coordinar los esfuerzos de modernización, innovación y mejora continua pasan a segundo plano.

Instituciones y dependencias del Estado iniciaron procesos de modernización que pueden servir de ejemplo de qué hacer y cómo no hacer las cosas. El Registro Civil ahora es más eficiente, el Registro Público dio pasos importantes en ese camino, Catastro igual, pero, aquí va el gran pero, son esfuerzos desvinculados de la Administración como ente; son en todo caso mérito y virtud de sus directivos, pero los errores, que los hay, también son atribuibles a ellos, porque la coordinación que debía existir entre ellos nunca apareció. Cuando nos damos cuenta, lo que estamos haciendo en esta oficina que nos está costando mucho trabajo, en otra lo hicieron en la mitad del tiempo, con buenos resultados y la curva de aprendizaje no la aprovechamos. En el Registro Público padecimos de esa falta de coordinación. Hicimos un nuevo Reglamento que cumplía con los estándares de modernización señalados por el Gobierno Federal, y cuando ya estábamos muy contentos por el logro nos dimos cuenta que antes de publicarlo, la Contraloría debía aprobar el nuevo organigrama (que ellos se empeñaron en llamar "organograma") y el Reglamento, pero eso lo supimos de casualidad pues por nuestra inexperiencia y voluntariedad, no preguntamos si debíamos coordinarnos con alguien y mucho menos la Contraloría nos hizo saber su existencia y participación en el asunto.

Todo esto, desde mi punto de vista, constituye una tarea a enfrentar por el nuevo gobierno, que debe constituir un gobierno de profesionales, no de improvisados.

martes, 6 de abril de 2010

Paulette

El caso de la niña Paulette Gebara Farah pone en evidencia aquello de que la cárcel se hizo para los pobres. Si los involucrados no fueran personas pudientes seguramente ya estarían, el padre o la madre de la menor, recluídos en el penal más cercano.
Los titubeos del Procurador mexiquense en la entrevista con Loret de Mola ayer, es ilustrativa: los veinticinco minutos de la entrevista se la pasó tratando de evitar dar información que sugiriera o fortaleciera alguna de las hipótesis que circulan en boca de todos, principalmente con la que tiene que ver con la presunta responsabilidad de la madre de la niña.
A la mayor parte de la gente (me incluyo), nos parece que Lisette Farah tiene algo que ver con la muerte de la niña, pero el Procurador pareció mas interesado en desviar la atención sobre ella encomendándose a la ciencia, como si la necropsia y demás estudios practicados con el cuerpo de la nena fueran por sí mismos suficientes para señalar un responsable: ¡cómo se ve que no es penalista!
Lo cierto es que al dar vista a los medios, el proceso de la investigación se viciará y devendrá en otro caso Colosio, en el que todos tienen algo que decir y nadie creerá los resultados oficiales. El vació del Estado en todo su esplendor.

lunes, 1 de marzo de 2010

Tsunami, Acapulco y el turismo.

El día de hoy el diario El Sur (www.suracapulco.com.mx) presentó dos notas que se complementan para dar una idea de la mezquindad, miopía e irresponsabilidad con que las personas vemos las situaciones diarias.

La primera nota recoge la crítica de los hoteleros de Acapulco y el sector gubernamental encargado de esta área, pues el sábado 27 de febrero, ante el terremoto sucedido en Chile en la madrugada de ese día, la cadena estadounidense CNN, entre otros servicios informativos, hizo pública la alerta que el NOAA (National Oceanic an Atmospheric Administration) lanzó a todos los países ribereños del Pacífico, pues esa noticia "alarmó y causó pánico" entre los turistas y lugareños por una "noticia mal dada", y que “por eso invitamos a estos medios de comunicación a dar noticias más veraces y no al tanteo”, afirmó uno de los empresarios consultados. Narra la nota que hubo gente que salió precipitadamente del puerto con rumbo a Chlpancingo e incluso en la edición del domingo señaló que a paseantes los desalojaron de las playas y restaurantes a sus orillas. Los empresarios turísticos se quejaron de que en la alerta noticiosa de CNN solamente se mencionaba a Acapulco y no a los demás puertos mexicanos, como considerando una conjura contra el otrora Paraíso de América para dañar su imagen turística.

En honor a la verdad, es lógico que una alerta como la lanzada por el NOAA y difundida por los servicios de noticias cause zozobra si no existe una adecuada comunicación entre los servicios de protección civil de los tres órdenes de gobierno, que fue lo que en realidad sucedió. Si había riesgo de maremoto o marejadas, correspondía a los gobiernos del Estado y el municipal darle su verdadero contexto de manera de que se salvaguardara la vida y el patrimonio de los pobladores costeros, tomando en cuenta las corrientes y características geográficas de los puertos, y eso fue lo que falló, pues como es sabido, sí hubo incremento en las mareas en alrededor de cincuenta centímetros en promedio, y si tomamos en cuenta que el fenómeno llegó hasta Japón con olas de un metro, es lógico llegar a la conclusión de que existió un eventual peligro (cuando sucedió el tsunami de Indonesia, las olas llegaron hasta la costa oriental de África).

La segunda nota pone en perspectiva todo esto: el despacho de DPA es de índole internacional y narra que en el Archipiélago Juan Fernández, que pertenece a Chile, hubo víctimas mortales por el maremoto que siguió al macrosismo porque a pesar de lo previsible de aquél y de que la población estaba a la expectativa del aviso, mismo que la Armada chilena no dio.

¿Acaso eso es lo que quieren los quejosos acapulqueños? ¿Una nota narrando un desastre que se pudo evitar o una que cuente cómo los servicios de emergencia trabajaron coordinados para evitar una, tal vez lejana, tragedia? ¿No se acuerdan del Huracán Paulina que nos agarró a todos en calzones?

domingo, 14 de febrero de 2010

México y Brasil

Hace unos días salió en la revista Expansión un artículo muy interesante acerca de las diferencias entre México y Brasil, y por qué, a pesar de que los cariocas están de moda, los mexicanos no tenemos mucho que envidiarles.
En síntesis el texto refiere que si bien Brasil tiene ventajas enormes en cuanto aspectos como la bursatilización, los mercados agrícolas y el petróleo, los autores sostienen que sus fundamentos (no entiendo por qué algunos dicen "los fundamentales") no son tan firmes como los de México, pues cuestiones que aquí ya están resueltas, allá todavía están en veremos (curiosamente pusieron de ejemplo que unos días antes de la investigación que dio origen al artículo, Río de Janeiro sufrió una espantosa inundación producto de las lluvias y la deficiente infraestructura, exactamente lo que sucedió en la zona metropolitana del Distrito Federal hace 10 días), y que instituciones como Bovespa, pese a tener listadas más empresas que la BMV, carece del entramado legal que esta última presume de proporcionar más seguridad a quienes participan en ella.
En principio me pareció interesante que este artículo pusiera las cosas en perspectiva, pues es innegable que los más nos vamos con la finta de que en Brasil, además de las brasileñas, todo es mejor, pero no deja de molestarme el diablito sobre el hombro con aquello tan sabido como que "México tiene las mejores leyes e instituciones, pero no funcionan".
Es decir, México tiene normas de primer mundo en la bolsa de valores, pero tiene la más baja tasa bursatiliación de América Latina; depende prácticamente de menos de 10 empresas para su existencia (América Móvil, FEMSA, Walmart, entre otras); es más fácil que las empresas se salgan de la bolsa a que una ingrese, etc.
Entonces, si nuestras instituciones financieras son más fuertes que las del gigante carioca ¿cuál será la fórmula para dejemos de ser el país del "ya merito"? Se reciben opiniones.

sábado, 13 de febrero de 2010

Las lluvias atípicas.

Las inundaciones en el Estado de México y en el Distrito Federal pusieron a prueba los sistemas de protección civil de ambas entidades, pero sobre todo pusieron en jaque a las dos más evidentes figuras políticas con miras a la elección presidencial del 2012.
Enrique Peña Nieto fue el que peor librado salió pues no solamente la inmundicia hizo mella en Chalco sino que abolló su generalmente bien posicionada figura en los medios, ya que prefirió viajar en un vehículo anfibio que emular a su predecesor el gobernador Montiel quien en un caso similar, materialmente se metió a nadar entre las aguas negras para acercarse a los afectados.
Marcelo Ebrard la tuvo un poco menos complicada aunque pagó el costo político de pedir a la Federación la intervención del Ejército con su Plan DN-III, cosa que no sucedía desde el terremoto de 1985. Aún así, su figura se fortaleció y la de Peña Nieto decayó, y eso que aún en estos días de emergencia en Chalco, ha seguido autopromocionando su boda con Angélica Rivera.

jueves, 4 de febrero de 2010

Comentario posteado en el blog del Secretario de Gobernación.

Recuerdo que algunos políticos e intelectuales, en cierto momento de la historia reciente, dijeron que así como los españoles se pusieron de acuerdo mediante el famoso Pacto de La Moncloa acerca de los pasos que debía seguir el gobierno y el Estado español a la muerte de Franco, era hora que en México se hiciera un pacto similar. En aquel momento me parece que seguía el PRI en Los Pinos, así que se supone que el principal destinatario era ese partido, pero ahora, a casi diez años de que otro partido llegó a la Presidencia, seguimos padeciendo de lo mismo: incapacidad patológica e incurable para acordar metas comunes porque a los partidos y el gobierno les interesa más meterle zancadilla al vecino y entorpecer la actividad gubernamental quemando pólvora en infiernitos. Usted me dio clases en un posgrado que hubo en Acapulco, y lo recuerdo como una persona directa, sin dobleces para decir lo que piensa. y me gustaría verlo impulsando esos acuerdos mínimos, y concretar los cambios que conlleven, para que México por fin sea dueño de su destino sin que los poderes fácticos condicionen su viabilidad. No importa que por haber llegado tarde a su clase me haya mandado por el café.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Avatar

Recuerdo que era un niño cuando mi papá me llevó a ver un reestreno de Ben Hur, con Charlton Heston. La escena de la carrera de cuadrigas aún ahora me causa una honda impresión, pues sin computadoras y muchos efectos especiales, hicieron una representación muy realista de esa competencia entre Judá y Messala. La velocidad, los caballos y los choques entre los carruajes y las caídas de los conductores, asombran a cualquiera.
Por ello cuando James Cameron se regodeó de que Titanic había desbancado a Ben Hur como la máxima ganadora de premios de la Academia, me pareció que no tenía mucho chiste, pues una parte importante de la cinta estaba sustentada en los efectos especiales, además de que la historia no era sino Romeo y Julieta en un barco que naufragaba.
Ahora que vi Avatar no puedo sino reconocer la visión del cineasta norteamericano, pues además de ser una historia original, las imágenes llenas de colorido, las metáforas visuales y, claro, los efectos especiales, atrapan al espectador que no puede sino asombrarse con lo que sucede en la pantalla.
Lo malo es que, como sucede en este tipo de cintas, el desempeño de los actores simplemente pasa desapercibido.
http://www.youtube.com/watch?v=cRdxXPV9GNQ