Grupos de limpieza, de trabajo rudo

El controvertido alcalde de García, Nuevo León, Mauricio Fernández Garza, me recuerda al expresidente municipal de Acapulco, el infame Félix Salgado Macedonio (quien, por si no lo saben, se acaba de estrenar como Director de La Jornada Guerrero). Félix basó siempre su popularidad en decir lo que la gente quería escuchar, así fuera el mayor de los despropósitos, o la bravata más estúpida. Y la gente le aplaudía a rabiar.
Mauricio Fernández tiene la puntada de anunciar durante su toma de posesión la muerte de un conocido secuestrador de su municipio, aún antes de conocerse la existencia y/o ubicación del cuerpo por las autoridades policiacas competentes, como "primer logro" de su administración, y la creación y operación de "parapolicías" que se desharán de los criminales que afean su demarcación.
Me refiero a la similitud entre el guerrerense y el norteño porque ambos son básicamente boquiflojos y parecen navegar con bravura haciendo a un lado la discreción y el sentido de estadista, más bien buscando el aplauso y la reacción del público, aunque en ello vaya en juego su vida. Digo yo: ¿no habría sido más efectivo quedarse calladito y hacer su trabajo sucio de forma sigilosa, pues no hay que olvidar que actúa al margen de la Ley? No hay que olvidar, sin que sea justificación, que todos los gobiernos practican, como parte de su sobrevivencia el espionaje y el contraterrorismo, muchas veces cruzando la linea de la legalidad (recuérdese que Felipe González, Presidente de Gobierno de España, durante su mandato creo los GAL, Grupos Antiterroristas de Liberación, que actuaron contra la ETA y grupos de izquierda extremistas, hasta que una investigación judicial y otra periodística lo pusieron en evidencia).
En México la Brigada Blanca actuó como grupo parapolicial contra la guerrilla izquierdista y la Liga 23 de Septiembre, obviamente con los consecuentes excesos y arbitrariedades que forman parte de los anales de la llamada "guerra sucia".
Allí está el peligro de los grupos de limpieza del alcalde Fernández, máxime si damos crédito a lo que dice Loret de Mola en su columna del Universal de hoy: Esos grupos de trabajo rudo son sicarios de los Beltrán Leyva, con quienes el munícipe pactó cuando apenas era candidato: Se alquila administración municipal, estatal o federal, será el letrero que aparecerá cada que haya relevo