lunes, 21 de septiembre de 2009

Juanes o tener los güevos para cantar en Cuba

Diversas lecturas ha tenido el Concierto por la Paz que se llevó a cabo ayer en La Habana, Cuba, desde los optimistas hasta los detractores más recalcitrantes como la congresista cubanoamericana Ileana Ross Lethinen (creo que así se escribe), quien al igual que Ninoshka Pérez, se llenaron la boca de palabras en favor de por los pobres cubanos víctimas de la dictadura de los hermanos Castro, de los fusilados porque quisieron salir de su país, de los presos de conciencia, etc. Eso es lo de siempre, palabrería de uno y otro bando, acusándose mutuamente de ser hipócritas y/o mercenarios, por decir lo menos.
A mí me parece que el mentado concierto tuvo un mérito enorme pues Juanes y Miguel Bosé tuvieron que lidiar con ese exilio cubano que es combativo y quiérase o no se le considera un fiel de la balanza en el sur de Florida. Han hecho una mafia que controla qué se debe decir o hacer ante el régimen castrista y básicamente no perdonan que un grupo de artistas decidieron irse por la libre a pesar de sus amenazas, porque eso supone la disminucíón de su poder político (encarnado en el mundo artístico por Emilio y Gloria Estefan).
Pero, sin menospreciar los alcances políticos del evento, pienso que es muy importante que el mundo entero pudo ver con sus propios que los cubanos son gente alegre, generosa y no son extraterrestres, como lo dijo el propio cantautor colombiano.

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