jueves, 1 de octubre de 2009

De los Juanitos que abundan por la vida...

El caso de Juanito, que no el fenómeno de Juanito, es lamentablemente, de lo más común en México. Todos tenemos o conocemos un Juanito en nuestra escuela, trabajo, colonia, club, etc. Son esos personajes que se dicen o creen labiosos, vivillos, porque envuelven en papel celofán sus tonterías y las presentan como si fuera el hilo negro; porque entre gente de pocas miras cualquier persona que dice lo que la gente quiere escuchar "es un valiente"; porque nos gusta creer que hay gente valiosa entre nosotros, despreciada por lo poderosos, en fin, pare usted de contar.
Pero Juanito, el que hoy hizo su berrinche durante su toma de posesión, y maldijo al PT, partido administrado por Andrés Manuel López Obrador, no era más que un monigote que cual Pinocho, quiso tener vida propia y no depender del titiretero que lo utilizó sin mostrar o aparentar ética alguna, porque "el fin justifica los medios".
Esa es la clase de políticos que pululan en la administración pública.

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