miércoles, 3 de febrero de 2010

Avatar

Recuerdo que era un niño cuando mi papá me llevó a ver un reestreno de Ben Hur, con Charlton Heston. La escena de la carrera de cuadrigas aún ahora me causa una honda impresión, pues sin computadoras y muchos efectos especiales, hicieron una representación muy realista de esa competencia entre Judá y Messala. La velocidad, los caballos y los choques entre los carruajes y las caídas de los conductores, asombran a cualquiera.
Por ello cuando James Cameron se regodeó de que Titanic había desbancado a Ben Hur como la máxima ganadora de premios de la Academia, me pareció que no tenía mucho chiste, pues una parte importante de la cinta estaba sustentada en los efectos especiales, además de que la historia no era sino Romeo y Julieta en un barco que naufragaba.
Ahora que vi Avatar no puedo sino reconocer la visión del cineasta norteamericano, pues además de ser una historia original, las imágenes llenas de colorido, las metáforas visuales y, claro, los efectos especiales, atrapan al espectador que no puede sino asombrarse con lo que sucede en la pantalla.
Lo malo es que, como sucede en este tipo de cintas, el desempeño de los actores simplemente pasa desapercibido.
http://www.youtube.com/watch?v=cRdxXPV9GNQ

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