sábado, 13 de febrero de 2010

Las lluvias atípicas.

Las inundaciones en el Estado de México y en el Distrito Federal pusieron a prueba los sistemas de protección civil de ambas entidades, pero sobre todo pusieron en jaque a las dos más evidentes figuras políticas con miras a la elección presidencial del 2012.
Enrique Peña Nieto fue el que peor librado salió pues no solamente la inmundicia hizo mella en Chalco sino que abolló su generalmente bien posicionada figura en los medios, ya que prefirió viajar en un vehículo anfibio que emular a su predecesor el gobernador Montiel quien en un caso similar, materialmente se metió a nadar entre las aguas negras para acercarse a los afectados.
Marcelo Ebrard la tuvo un poco menos complicada aunque pagó el costo político de pedir a la Federación la intervención del Ejército con su Plan DN-III, cosa que no sucedía desde el terremoto de 1985. Aún así, su figura se fortaleció y la de Peña Nieto decayó, y eso que aún en estos días de emergencia en Chalco, ha seguido autopromocionando su boda con Angélica Rivera.

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